Las organizaciones y empresas utilizan sistemas de gestión para que sus estructuras, procedimientos, procesos y responsabilidades funcionen de forma sistemática y sin problemas. El objetivo: lograr los resultados previstos y mejorar continuamente los productos y servicios.
La certificación por parte de un organismo independiente y neutral confirma que se cumplen los requisitos de las normas internacionales u otras normas o especificaciones específicas del sector. El procedimiento de certificación se basa en una auditoría, una evaluación o una valoración, en la que se verifica el cumplimiento de los requisitos.
Una auditoría proporciona claridad sobre el estado de la organización de la empresa y supone un importante impulso para el desarrollo posterior de una empresa y sus productos o servicios. Se centra en la evaluación del rendimiento y el diagnóstico para identificar los puntos fuertes y el potencial de mejora.