Un compliance moderno anticorrupción, basado en ISO 37001, no solo busca cumplir con las obligaciones legales, además la organización asume; de manera voluntaria, sus propias obligaciones. De forma tal que, las políticas internas, los códigos de buenas prácticas, los códigos éticos, etc. Van en función de los valores y principios que la organización desea proyectar.
La función del compliance anticorrupción, de acuerdo a la norma ISO 37001, es la de prevenir, detectar y gestionar todos aquellos riesgos que puedan derivar en malas prácticas dentro de la organización. Al implementar apropiadamente ISO 37001, se logra que la organización tenga claro cuáles son los principios, valores y normativa que la organización considera adecuados, así como aquellas prácticas que no serán toleradas. Una cultura corporativa sana es uno de los tantos beneficios que el compliance anticorrupción atrae.