En la vida cotidiana de las empresas, los responsables de un sistema de gestión de la calidad suelen denominarse representantes de la gestión de la calidad. Sin embargo, en los textos oficiales de la norma de gestión de la calidad ISO 9001 sólo se menciona a un "representante de la alta dirección", no a un representante de la gestión de la calidad. Y esto sólo hasta la versión ISO 9001:2008 inclusive.

La norma actual de 2015 asigna la responsabilidad del sistema de gestión de la calidad a la alta dirección de forma más clara y exhaustiva que antes. Por lo tanto, es lógico que la norma ISO 9001:2015 ya no requiera un representante de la alta dirección. En su lugar, la alta dirección es ahora responsable del sistema de gestión.

Una revisión

Hasta la revisión de la norma ISO 9001 en 2015, el representante de la alta dirección era asignado por la dirección de la empresa para ocuparse de las cuestiones del sistema de gestión de la calidad. La particularidad en este caso era que el representante de la gestión de la calidad tenía que ser un miembro de la propia alta dirección. Debía asumir toda la responsabilidad del sistema de gestión de la calidad y necesitaba la correspondiente autoridad para emitir directrices.

Sin embargo, el representante de la alta dirección no solía asumir las numerosas tareas que había que realizar en relación con el sistema de gestión, sino que las delegaba en otros empleados. Por otro lado, a menudo se creaban los puestos correspondientes en la empresa y se cubrían con personas responsables del SGC.

El representante de la alta dirección en la norma ISO 9001:2015

Cuando la norma ISO 9001 suprimió el representante de la alta dirección con la gran revisión de 2015 para transferir la responsabilidad de la gestión de la calidad, incluida la rendición de cuentas, a todos los miembros de la alta dirección, a menudo se escuchó que este puesto ya no era necesario.

La norma ISO 9001:2015 no exige explícitamente el nombramiento de un representante de la gestión de la calidad o de un gestor de la calidad. Sin embargo, en el capítulo 5.3.3 "Funciones, responsabilidades y autoridades" queda rápidamente claro que una empresa con un sistema de gestión de la calidad eficaz tendrá dificultades para cumplir los requisitos de la norma sin dicha función.

¿Cuáles son las tareas del representante de la gestión de la calidad?

Hoy en día, la mayoría de las empresas se han dado cuenta de que necesitan tanto la competencia como los recursos de un representante de la gestión de la calidad para que el SGC funcione correctamente. Al mismo tiempo, siguen dependiendo de la alta dirección. Asimismo, no ha cambiado prácticamente nada en la tarea fundamental de poner en práctica los requisitos de la norma.

Entre otras cosas, un representante de la gestión de la calidad debe garantizar que

  • el sistema de gestión de la calidad cumple los requisitos de la norma
  • los procesos de la empresa son adecuados para lograr los resultados previstos
  • la alta dirección es informada regularmente sobre el rendimiento del SGC
  • se garantice la mejora continua en la empresa
  • se llevan a cabo análisis de fallos y se recopilan las estadísticas correspondientes
  • los empleados reciben formación en todos los aspectos de la gestión de la calidad
  • se planifican y realizan auditorías internas
  • se garantiza y supervisa la información documentada
  • se coordinan y acompañan las auditorías de certificación externas.

Conclusión: el representante de la gestión de la calidad hoy en día

El término "representante de la gestión de la calidad", tal y como se utiliza en el día a día de la empresa, no tiene su origen en la norma. Allí, hasta la versión de la norma ISO 9001:2008, existía el "representante de la alta dirección" que, como miembro de la alta dirección, asumía la responsabilidad del sistema de gestión de la calidad y tenía autoridad para emitir directivas.

Sin embargo, cuando el "representante de la alta dirección" se suprimió en 2015 con la revisión mayor y se sustituyó por la alta dirección completa, la función permaneció en su mayoría en la empresa. En particular, los gestores de calidad que entendían los objetivos y motivos de sus directivos, identificaban la necesidad de un buen servicio y desarrollaban ofertas de servicio basadas en ello, son reconocidos en la empresa por su utilidad y contribución a los resultados.

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Autor
Ute Droege

Experta en DQS para sistemas de gestión de la calidad, auditora desde hace mucho tiempo y formadora experimentada en ISO 9001.

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